El bachillerato en la Isla de Öckerö es un bachillerato municipal financiado por el estado de Suecia. La educación consiste en estudios durante tres años para alumnos entre 16 y 19 años de edad. El instituto se halla en la isla de Öckerö en la costa oeste de Suecia, a sólo una hora de viaje de la ciudad de Göteborg, la segunda ciudad en importancia de Suecia. El hecho de que el instituto esté situado justo al lado del mar, con una vista extraordinaria del archipélago, sirve como inspiración, tanto por los estudiantes como para los profesores.

  Para enriquecer las experiencias estudiantiles, el bachillerto utiliza un buque, el GUNILLA, un bricbarca de 50 metros. Los alumnos de cada clase se enrolan a bordo de la nave, durante dos meses cada año escolar. Guiados por tutores profesionales, los alumnos navegan para encontrarse con culturas de paises extranjeros. En cada puerto, se hace escala durante alrededor de 6 días para que los alumnos puedan realizar las tareas escolares, sobre todo proyectos de ciencias sociales. Tienen escalas previstas en España, Alemania, Inglaterra, Irlanda, Francia, Marruecos, Isla de Granada, Estados Unidos, Cuba, Belice, República Dominicana, Cabo Verde y México.

  Los alumnos a bordo están divididos en tres guardias, en las cuales ayudan en la navegación (como timonel, serviola, etc), colaboran en la cocina ayudando al cocinero, o en el mantenemiento del buque. Por supuesto continúan con sus estudios escolares, tanto a bordo como en puerto.

  Cada día en alta mar tienen clases, entre otras asignaturas, de inglés, ciencias sociales etc. y los oficiales de guardia son los profesores. En los puertos los alumnos realizan entrevistas, excursiones e intercambios escolares, mediante los cuales la teoría se transforma en una experiencia viva y personal. El viajar les da la posibilidad de utilizar lo que han aprendido teóricamente, como lenguas o ciencias sociales, y hacen que sean más interesantes los estudios de Historia y Geografía. La responsabilidad hace madurar a los alumnos, y la creatividad del método pedagógico les motiva. Cuando visitan los países extranjeros se informan sobre situaciones individuales en las que se hallan personas de distintas culturas, lo que les da conocimiento, de lo que antes les parecían diferente o raro.

  Con una gran curiosidad, los alumnos exploran el mundo no como turistas, sino como estudiantes. Conocen la pobreza y otras injusticias graves, a través de los viajes.  Aprenden la actitud de observar, comunicar, reflexionar, comparar y criticar, lo que hace que los alumnos estén preparados tanto para estudiar en la Universidad, como para la vida.   Y también aprenden ser indivíduos independientes y responsables, tanto para si mismos, como con para con los amigos.