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BLACK WATCH, atracado en el muelle de Getxo, en Bilbao, rompió amarras durante la tarde de ayer, al sufrir ráfagas de viento de hasta 50 nudos. Fruto de ello, separaron la proa del muelle, desplazando la pasarela al mar con tres personas en su interior. Otros dos pasajeros en tierra, también sufrieron heridas leves al ser golpeados por las estachas. La tripulación lanzó aros salvavidas, mientras un bote se desplazaba en auxilio de los náufragos. Una vez rescatados todos, el buque fue atracado de nuevo con la asistencia de remolcadores. El buque, procedente de Hornfleur, zarpaba a las 18'00 rumbo a Dover, su próxima escala, con todos los heridos a bordo sin lesiones de gravedad, afortunadamente.