Cuando sopla Norte Oscuro, quédate al abrigo de cabo seguro.
El 12 de enero de 1904, el Bergantín Goleta FRANCISCA ROSA, hacía su entrada en la ría para resguardarse del fuerte temporal que reinaba en las costas de la península, tras lo cual su capitán fondeó en las inmediaciones del Castillo del Príncipe en Ameixenda esperando a que mejorasen las condiciones meteorológicas para poder continuar el viaje.
Sin embargo el día 13 éstas no mejoraron, más bien empeoraron, a duras penas podían aguantar el fondeo debido a la mar de fondo reinante, como consecuencia de ello, rompieron las amarras de fondeo y fueron arrastrados hacia la costa de Ameixenda, donde quedó varado en unos peñascos, afortunadamente esta zona no estaba muy castigada por la mar. En la varada no hubo que lamentar víctimas y con la tripulación a bordo permaneció en dicho lugar esperando a la pleamar para tratar de ponerla de nuevo a flote.
El día 14 de enero los armadores D. José Barbeito Bugía y D. Federico Rodríguez de la Coruña, recibieron un telegrama del capitán dándoles cuenta que su velero había varado en la costa de Ameixenda (Cee) el día anterior. Tras conocer la noticia hicieron salir de la Coruña el vapor F.R. de su propiedad con el personal y los medios para realizar el salvamento. El día 15 cuando aún no había llegado el vapor que habían enviado en su auxilio, la tripulación con los medios de abordo y otros facilitados en el puerto de Corcubión consiguieron ponerlo a flote, a continuación lo condujeron al interior de la ría para vararlo en la playa de Cee con el objeto de que se reconociera el casco por los buzos que llevaba a bordo el F.R. . En un primer momento se pensó que las averías eran de menor importancia, sin embargo tras revisar a fondo el casco se comprobó que tenía daños de gran importancia, teniendo la quilla completamente destrozada por los fuertes golpes sufridos contra las rocas, fue declarado pérdida total quedando varada en el arenal donde había sido llevada, retirándole todo aquello que podía ser reutilizado, la carga debido a la entrada de agua en las bodegas fue declarada como perdida. Restos de esta embarcación permanecen aún en la actualidad en dicho lugar.
Llevaba un cargamento de sal de Almería de donde había salido el 22 de diciembre y su destino era el puerto de A Coruña, el tiempo empleado normalmente en dicha travesía era de 12 a 15 días, cuando habían transcurrido ya más de veinte días sin recibir noticias, sus propietarios y los familiares de los tripulantes se empezaban a preocupar, aunque también eran conocedores del importante temporal que reinaba en esa época en la costa, por lo que supusieron que se encontrarían de arribada en algún puerto, como así había ocurrido.
Era un bergantín goleta con casco de madera, de bandera española y puerto de matrícula A Coruña, desplazaba 375,88 toneladas, componían su tripulación diez marinos bajo el mando del capitán D. José Lojo, natural de Muros. Sus armadores eran D. José Barbeito Bugía y D. Federico Rodríguez, ambos de la Coruña, había sido comprado por estos en el mes de mayo a sus anteriores armadores, por 5.000 duros y había sufrido reformas y mejoras en Barcelona que incluyeron el cambio total del aparejo que les había supuesto un desembolso de otros 3.000 duros, era el segundo viaje que realizaba para ellos, entre los tripulantes se encontraba un hijo de uno de los armadores que iba de agregado realizando prácticas de pilotaje.
Había sido construido con aparejo de corbeta en el año 1865 en un astillero del puerto de Barcelona por D. José Fonts y Romeu para D. José Canela y Raventós, D. Ramón Quadreny y Coll y D. Pablo Rovira y Gatell de dicho puerto y de Gili y Cª. de la Habana, siendo matriculado como ISABEL. Siendo el valor del mismo 26.450 pesos fuertes.
Sus dimensiones en origen fueron eslora 39,01 metros, manga de construcción 9,7 metros, manga de arqueo 9,1 metros, puntal 5,1 metros, toneladas 412,1/2.
Sería arqueado nuevamente en el año 1875 y 1878, quedando las dimensiones tras este último arqueo de la siguiente manera eslora 36,26 metros, manga 9,11 metros, puntal 4,77 metros, toneladas 375,88.
El 8 de junio de 1875 fue carenado, invirtiendo sus armadores en dicha operación la suma de 15.000 pesetas. Dicha operación fue repetida el 5 de junio de 1878 y fue forrada en cobre, ascendiendo las obras a la suma de 22.000 pesetas.
En 1 de octubre de 1885 cambió su nombre por el de JOSEFA.
A lo largo de su vida paso por varios propietarios siendo los últimos antes de pasar a manos de Barbeito Bugía y Rodríguez, la Sociedad Balcells y Sobrino, los cuales lo vendieron el 7 de mayo de 1903 en la suma de 15.000 pesetas y lo renombraron FRANCISCA ROSA, tras su compra lo sometieron en el mismo puerto de Barcelona a obras de reforma que incluyeron el cambión total del aparejo y que supuso un desembolso de 15.000 pesetas más.
Restos del mismo aún se encuentran en la zona en que fue varado.
Fuentes:
Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
Museo Marítimo de Barcelona.